Santa Cruz: 23 heridos en violentos incidentes

Fuente Diario la Nación 10/5/07
RIO GALLEGOS.– En la jornada más violenta que se recuerde aquí desde que se recuperó la democracia, la policía provincial reprimió ayer con balas de goma y gases lacrimógenos a empleados municipales que reclamaban un aumento salarial, episodio en el que resultaron heridos 18 trabajadores y 5 policías. Horas después, en medio de un clima de creciente tensión, una importante movilización callejera, la más numerosa de las últimas semanas, reunió a manifestantes de los gremios docentes, estatales, municipales, judiciales y legislativos, y recorrió la ciudad para protestar contra la represión policial, de la que responsabilizaron al gobierno provincial y al presidente Kirchner. Ayer, varios comercios minoristas y supermercados cerraron sus puertas en señal de apoyo a la protesta. Tras los incidentes, el gobernador Carlos Sancho reapareció en una conferencia de prensa que brindó en la Casa de Gobierno, a la que sólo se invitó a dos canales de TV manejados por el oficialismo. Allí, el mandatario acusó al radicalismo santacruceño de “tratar de generar un estado de miedo y de caos” en la provincia. Todo comenzó a las 10, cuando una marcha de 1500 empleados municipales –anunciada el día anterior por todos los medios– se movilizó para reunirse al frente del palacio municipal con el intendente Héctor Roquel. "El objetivo era entregar un petitorio y pedirle que nos acompañara hasta la Casa de Gobierno para pedir mejoras salariales y que el gobierno provincial siga enviando fondos al municipio", afirmó, ya repuesto de los tres balazos recibidos, Pedro Biott, titular del gremio municipal. La marcha -con camiones incluidos- nunca llegó al municipio. Una cuadra antes, la policía desplegó un fuerte operativo, encabezado por el comisario Juan Carlos Jassan, quien, según el parte oficial, luego resultó herido en la mano. La cuestión es que, tras algunos insultos, empezó la lluvia de balas. "Teníamos información de que querían llegar con los camiones hasta la Casa de Gobierno o tal vez hasta la del Presidente. Actuamos porque era un caso de sumo peligro", afirmó, dos horas después, en una conferencia de prensa, el jefe de policía, Wilfredo Roque. El intendente Roquel rechazó la explicación oficial: "Es un disparate. Es común que los manifestantes lleguen hasta la municipalidad con sus camiones", dijo. "Me disparó en el pie" "Yo estaba a una cuadra de la manifestación y me iba a sumar a ella, pero un policía no me dejó pasar. Le expliqué que iba a la marcha y me dijo que no. Quise pasar y me disparó en el pie, y era con plomo", contó a LA NACION, aún dolorido y en el hospital, Miguel Angel Aranda, de 48 años y sereno de una biblioteca municipal. A partir de ese disparo y de dos previos al aire, ya todo fue caos y confusión. Aranda, que anoche seguía en el hospital, fue intervenido de urgencia por una fractura en el pie. La jefa de guardia, Alicia Campbell, dijo en un informe preliminar que estaba herido por una bala de plomo. La cirugía posterior, sin embargo, habría revelado que se trató de perdigones de goma, pero el hospital se negó a dar el parte médico oficial. En ese contexto, resultó curioso que el ministro de Gobierno, Daniel Varizat, dijera que Aranda "se lesionó con una barrera metálica el pie para fingir la herida de bala" (como se informa por separado). Campbell lo desmintió por una radio. Horas después, la doctora fue sumariada por "brindar información a la prensa". Los incidentes duraron diez minutos, durante los cuales resultaron heridos los municipales Juan Alvarado, Pedro Biott, Héctor Ahumada, Miguel Maldonado, Juan Paglo Guinao, Fernando Cerón, los hermanos Fabián y Ramón Torres, Claudio Ramella, el ya mencionado Aranda y Juan Ibáñez, jefe del Departamento de Tránsito del municipio, todos derivados al hospital regional. Anoche, seguían internados todos menos Aranda e Ibáñez. La información sobre los cinco policías heridos fue brindada por el gobierno, ya que en el hospital no fue atendido ningún efectivo de la fuerza. Minutos después de la represión policial, en la calle, el intendente Roquel improvisó un enardecido discurso ante los municipales: "Estoy aquí porque tengo miedo, porque da miedo todo lo que nos está pasando". Luego caminó hacia el Obispado y el obispo de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín, lo recibió en la puerta. El obispo, cuestionado por el Gobierno, no dudó en repudiar la violencia: "Crecen las tensiones y han usado la violencia, pero sigamos con los reclamos en un clima de diálogo y paz". Ante los hechos, los empleados del hospital declararon un paro y se presentaron 14 denuncias por lesiones en la fiscalía de turno. Al mismo tiempo, comenzó a convocarse, de boca en boca, la marcha callejera de protesta, que fue la más importante desde que estalló el conflicto docente. Al hablar ante los manifestantes, el secretario del gremio docente, Eduardo James, fue el más crítico hacia Kirchner. "Está jugando con fuego", dijo. Y usando las mismas palabras con las que anteayer había acusado a los maestros, el jefe del Estado apuntó: "De estos patoteros con cargo de ministros sólo va a quedar el mal recuerdo. Nos trató de patoteros y después nos «metieron bala». Está clarísimo. El responsable es usted, señor presidente, y su gobierno nacional". A continuación, el sindicalista pidió "declarar el paro provincial hasta que se vayan todos". Por Mariela Arias Para LA NACION Medios y políticos "enemigos"
RIO GALLEGOS.- Una solicitada del Frente para la Victoria Santacruceña, espacio creado por Néstor Kirchner, dejó en claro ayer quiénes son "los enemigos" desde su óptica. A página completa, tras denunciar "hechos vandálicos" producidos en la provincia, añade un listado de "los responsables de engañar a la sociedad". A la cabeza está el obispo Juan Carlos Romanín, y siguen: el senador Alfredo Martínez, el intendente Héctor Roquel, el diputado Eduardo Arnold, el gremio docente, ATE, el programa radial La parada , el Partido Obrero, las radios News y Abril, el sitio OPI Santa Cruz y el diario Tiempo Sur .

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