VOLVER A "LA EMILIA"
LOS ORIGENES
En su nacimiento, el ARI fundamentó su existencia en la necesidad de cambiar la forma de hacer política, con el claro objetivo de reivindicar la política como instrumento de transformación de la sociedad, renegando de las viejas prácticas de los partidos tradicionales y el doble discurso, para recuperar los valores éticos, defender los principios republicanos, la verdad, la justicia, exaltar el mérito y el reconocimiento del otro.
Resulta imposible olvidar el primer encuentro en “La Emilia” (San Nicolás), ocurrido el 25 de noviembre de 2001, cuando toda esa energía emanada de la confraternidad esperanzada de compañeros llegados de diferentes puntos de todo el país, daba vuelo a la ilusión de aquel acto fundacional.
Con el correr del tiempo, el Partido se fue nutriendo de diferentes corrientes de pensamiento de mujeres y hombres provenientes de distintas experiencias y con su propio bagaje a cuestas.
No obstante ello, la idea de la “Identidad ARI” prevalecía por encima de todas las diferencias que provocaba esta heterogeneidad.
LA INSTITUCIONALIZACION Y SUS CONSECUENCIAS
En esta etapa, en la cual todos debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad, el Partido de la Ciudad de Buenos Aires fue desdibujando lentamente su identidad. Una causa relevante, puede encontrarse en la impronta que naturalmente fueron otorgándole quienes tuvieron el mayor compromiso en la construcción política del Partido, y que en la acción reeditaron las viejas prácticas.
Luego de los comicios de octubre, se observaron claramente dos características contrapuestas dentro del Partido ARI de la Ciudad:
· Un incondicional reconocimiento por parte de la militancia de la absoluta legitimidad de Elisa Carrió como referente indiscutida de nuestro espacio.
· Un marcado intento de vaciamiento y desmovilización de las estructuras orgánicas partidarias por parte de algunos dirigentes.
Ahora, consideramos que es necesario asumir medidas que recuperen el perfil, el ideario y la identidad del ARI de la Ciudad de Buenos Aires.
En tal sentido, no debemos olvidar aquel acto fundacional de “La Emilia” donde se sentaron las bases de nuestros principios refrendados en el documento, que es necesario recuperar del olvido en que parece haber caído, trabajarlo y hacerlo carne tanto en la militancia como en la dirigencia del ARI.
Los siguientes conceptos muestran como aquel documento nos marcó “claramente” el rumbo a asumir:
Es precisa una severísima autocrítica de aquellos compañeros nuestros que entendieron que el poder era más importante que la palabra y que los principios.
La autoridad no solo proviene de las urnas, ni del monopolio de la fuerza. Tampoco viene del monopolio de los recursos económicos. La autoridad, hoy y siempre en el mundo, surge de la jerarquía moral de los dirigentes
La existencia de liderazgos no puede significar la existencia de oligarquías. Los liderazgos sirven en democracia, y sirven para abrir el juego no para cerrarlo.
La gran misión de cada uno es juntar al compañero y seguir juntándose sobre la base de algunos principios, que si son irrenunciables.
Esto tenemos que someterlo a discusión: si lo que va a ser nuestro horizonte es la constitución de poder social hacia fuera, o si vamos a quedarnos enganchados en la vieja historia de quien tiene más representatividad interna. .
Alcanzar un nuevo contrato moral, exige, asumir errores y responsabilidades, reconocer el pasado y asumirlo mediante el arrepentimiento y la renuncia explícita a repetir la historia, nacer de nuevo. Desde la profundidad de nuestras conciencias. Debemos saber que hacer con el pasado, con lo que hicimos y omitimos, lo que vimos y lo que violamos. Necesitamos reconstruir nuestra voluntad de transformación social profunda. Exigirnos un compromiso con la justicia, la paz, la palabra en una construcción colectiva que nos permita acceder al derecho de la dignidad humana y a la búsqueda de un nuevo camino basado en principios morales que permitan una gobernabilidad y una refundación nacional.
LA ALIANZA MORAL SE INSCRIBE Y SELLA EN LA CONCIENCIA Y EN LA LUCHA PERSEVERANTE, PARA REINSCRIBIRLA TODOS LOS DÍAS HASTA QUE SE CONSTITUYA EN PRÁCTICA GENERALIZADA.
REAFIRMAR LOS PRINCIPIOS
Pensar en volver a los fundamentos que nos dieron existencia, es decir, la coherencia entre los principios, el discurso y la acción es impensable sin el liderazgo y testimonio de Elisa Carrió.
Volver a “La Emilia” significa volver a los principios éticos irrenunciables, con participación, con pluralismo, con debate, en el cual exista un reconocimiento expreso al mérito, al trabajo, al conocimiento, donde se respete la condición y los valores del otro y el convencimiento que no existe una Emilia sin Carrió.
Es necesario debatir y testimoniar con conductas coherentes el contrato moral hacia adentro. Es imprescindible volver a creer que una nueva política es posible, lo cual debe ser la moral de cada uno hecho acto.
Estas premisas fundacionales deben hacernos diferentes del resto de las propuestas políticas existentes. Esta es la piedra basal de una nueva forma de hacer política Y es este marco el que nos obliga a reflexionar y abordar, la concepción del poder con una mirada diferente a la que estamos acostumbrados y por ende, “reencauzar” la construcción. En este sentido debemos transitar un nuevo camino, la nueva cultura, el nuevo Partido.
La falta de participación, el desconocimiento del otro, “la negociación oculta”, no debe repetirse, debemos establecer mecanismos para que fluya la palabra en nuestra institución, en el sentido liberador que implica la palabra, en términos de regulación política del sujeto y no de titularidad.
Es preciso recordar que en última instancia el Partido no es más que la suma del pensamiento y acción de cada uno de sus militantes y dirigentes. Por consiguiente siente, piensa y obra como sus miembros aislados sienten obran y piensan. De tal modo, es necesario reconstruir nuestra real voluntad de transformación social, nuestro compromiso con la justicia, con la paz, con la palabra, la lucha contra el clientelismo y las causas que generan pobreza y exclusión.
Es hora de oponer resistencia frente a cualquier intento de hegemonía o cooptación por parte de aquellos mutantes políticos que adoptan nuestros principios en el discurso, pero que siguen con las viejas prácticas.
Finalmente, queremos hacer mención a algunos principios que se encuentran plasmados en el discurso de Carrió en aquel encuentro en San Nicolás:
Es preciso iniciar un profundo movimiento de renovación moral y de conciencias. Sinteticemos esos tres, cuatro o cinco pensamientos y acción moral que abren el camino a una nueva república.
Les pido a cada uno de los militantes que esta discusión de base sea por la nueva matriz de la Argentina que nace y no por las viejas prácticas que todavía nos desunen. Eso será lo que le vamos a mostrar al país: o les mostramos las viejas prácticas o les mostramos los nuevos principios. Si les mostramos las viejas prácticas morimos al nacer. Si les mostramos los nuevos principios, empezamos a caminar recién nacidos.
También tenemos que definir si solo vamos a ser un mero proyecto de poder para acceder a los cargos o si tenemos que ser un proyecto de principios que busque el poder, lo que es una cosa distinta.
El ARI debe ser un movimiento en el que cada uno respete y ame profundamente la identidad histórica del otro. Somos una fuerza política y social que viene de la intransigencia en la reivindicación social de Eva, desde la intransigencia en la lucha por la República de Alem y por la defensa de los principios de Palacios.
Sin memoria no hay justicia porque no hay verdad, y sin solidaridad con el otro, lo que prima, sin duda, es el individualismo cínico que tantas veces se expresa de modo manifiesto.
Aspiramos a un Congreso Distrital con debate orgánico generador de propuesta política. Una Mesa de Conducción que refleje la síntesis partidaria. Un funcionamiento responsable y orgánico de las estructuras.
La nuestra no es solamente una convocatoria por los principios que nos dieron nacimiento, por un cambio cultural, también es un llamado al esfuerzo que permita encauzar las soluciones a los problemas de los vecinos.
Esto significa unirnos para trabajar barrio por barrio, comuna por comuna, en toda la Ciudad de Buenos Aires, por eso:
INVITAMOS A TODOS LOS MILITANTES, ADHERENTES Y SIMPATIZANTES DEL A.R.I. A SUMARSE AL DEBATE PLENARIO DEL PARTIDO QUE QUEREMOS,
REAFIRMANDO LA CANDIDATURA PRESIDENCIAL DE ELISA CARRIO.
“VOLVER A LA EMILIA ES CONSTRUIR CON CARRIO”
“Por un Espacio Convocante”
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
3 de Agosto de 2006
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