Guaymallén, Mendoza 27 de mayo de 2006.
En un marco de autoritarismo violento y grotesco, el Presidente y sus funcionarios afirman que no existe oposición. Con el intento de borrarla pretenden, por un lado, no rendir cuenta de sus manejos fraudulentos y clientelares, con los recursos públicos, y,
por el otro, evadir la responsabilidad de un debate serio sobre políticas centrales.
Desde el gobierno, se avasallan las instituciones y no se respetan libertades y derechos elementales, produciendo una peligrosa concentración de poder en la figura presidencial. Se va generando un clima de división y violencia hoy sólo relativizado por el comportamiento favorable de algunos aspectos de la economía, pero que puede ser sumamente riesgoso en un contexto de saturación y asfixia por exceso de poder.
Porque, confiamos en millones de compatriotas que están decididos a defender y promover la tolerancia, el respeto, el reconocimiento de la pluralidad, la verdad y la justicia como camino hacia una sociedad más humana e igualitaria.
El ARI no conformará alianzas electorales con estructuras partidarias tradicionales, porque constituidas al sólo efecto de lograr mejores resultados electorales volverán a fracasar estrepitosamente por no estar precedidas de un fuerte compromiso ético y un
testimonio de principios y conductas.
Asimismo, asumimos con responsabilidad, en caso de producirse una situación de
gravedad institucional, la decisión de convocar a hombres y mujeres que, aunque pertenezcan a otras fuerzas partidarias, hayan demostrado decencia e integridad en su trayectoria, en el convencimiento que, en ese caso, será necesario establecer acuerdos indispensables para sostener proyectos que garanticen ciudadanía y defiendan la vida, la República y la Paz.
Nos resulta imprescindible expresar un claro mensaje alternativo que vuelva a poner en la agenda pública la cuestión moral, la distribución del ingreso y la defensa de las
instituciones de la República.
Los candidatos del ARI serán consecuencia del consenso que determine quiénes sean las mejores personas y militantes que expresen nuestras propuestas y los valores que propiciamos.
Por conducta y testimonio, capacidad y coherencia, legitimidad y perseverancia, la persona capaz de liderar una etapa de verdadero cambio sobre estos ejes fundamentales y construir un proyecto alternativo es Elisa Carrió como candidata a Presidenta de la Nación en el año 2007.
Candidatura que se abrirá al apoyo, acompañamiento y participación de otros sectores o personas prestigiosas de cada comunidad que decidan ser parte de este histórico desafio.
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